Desde aquí, sin querer se un apóstol de mal agüero, no quiero acordarme de la inmensa mayoría de los hogares de españoles, que tendrán su casa repleta de comida, regalos, calor de hogar y todo lo que impregna el espíritu navideños; para ellos no hay que desearle felicidad, ya la tienen.
Recuerdo mi niñez, vagamente, pues ya pasaron más de la cincuentena, en una España mas de sombra que de luces, en que la época que ahora nos viene, tener un trozo de pavo para llevarse a la boca era mas un deseo que una realidad; en la que tener unos mantecados en un plato, era un acto de fantasía, o en al que unos Reyes Magos te trajesen un regalo era toda una noche de insomnio, para llegar a la cruda realidad de la mañana.
Pese a todo ello, nuestro mundo, como no conocíamos otro, para nosotros era lo mejor. La felicidad, no se cuantifica por lo que se posee, o por la capacidad del ser humano de acaparar bienes materiales. Sólo se mide por nuestros hechos cotidianos para aportar una sonrisa a un niño, un consuelo al enfermo o compañía al que se siente solo.
La mayor fuente de riqueza que podemos acumular es nuestra capacidad para hacer felices a los demás. Ahora en estas fechas, nos toca hacer un propósito de enmienda con nuestra conciencia, para hacer tal cosa, para ser mejores, votos que renovaremos año a año, pero que siempre incumpliremos.
En estas navidades, mi recuerdo, sí va estar, en esos hogares en los que, rememorando mi niñez, va ser de una España más de sombras que de luces.
Ahora que gozamos de un régimen democrático ¿en cuantos hogares vivirán la penuria económica? .
El paro es como una enfermedad, mientras no, nos afecta, lo vemos como algo lejano, yo pregunto ¿Quién en la actualidad no tiene un familiar, amigo o conocido, que le afecte esto? Son mas de un millón de familias españolas, las que en estas Navidades, vivirán el trago amargo de no tener ningún tipo de ayuda económica, que entre en sus casas.
Hay instituciones, sin ánimo de lucro, que en todo el año, trabaja para ayudar a personas y familias que lo están pasando mal, y en esta época intensifican sus campañas de ayuda.
Desde aquí hago un llamamiento para que en las medida de nuestras posibilidades, colaboremos, para que un poco de cada uno de lo nuestro, hagamos mucho, aunque sea de una manera egoísta, de lavar nuestra conciencia, ayudemos a los mas menesterosos, para ellos que no tienen nada. El recibir algo ya es un océano inmenso de abundancia, cosa que cada uno de nosotros podemos contribuir.
Seamos felices, hagamos felices a los demás, la Navidad, será mas blanca, porque nosotros con nuestros hechos así lo queremos.
Queridos amigos y compañeros, que la paz sea con vosotros en estas Fiestas, que el año 2010, nos venga lleno de buenos augurios.
FELICIDADES
Diego García 67/70
Recuerdo mi niñez, vagamente, pues ya pasaron más de la cincuentena, en una España mas de sombra que de luces, en que la época que ahora nos viene, tener un trozo de pavo para llevarse a la boca era mas un deseo que una realidad; en la que tener unos mantecados en un plato, era un acto de fantasía, o en al que unos Reyes Magos te trajesen un regalo era toda una noche de insomnio, para llegar a la cruda realidad de la mañana.
Pese a todo ello, nuestro mundo, como no conocíamos otro, para nosotros era lo mejor. La felicidad, no se cuantifica por lo que se posee, o por la capacidad del ser humano de acaparar bienes materiales. Sólo se mide por nuestros hechos cotidianos para aportar una sonrisa a un niño, un consuelo al enfermo o compañía al que se siente solo.
La mayor fuente de riqueza que podemos acumular es nuestra capacidad para hacer felices a los demás. Ahora en estas fechas, nos toca hacer un propósito de enmienda con nuestra conciencia, para hacer tal cosa, para ser mejores, votos que renovaremos año a año, pero que siempre incumpliremos.
En estas navidades, mi recuerdo, sí va estar, en esos hogares en los que, rememorando mi niñez, va ser de una España más de sombras que de luces.
Ahora que gozamos de un régimen democrático ¿en cuantos hogares vivirán la penuria económica? .
El paro es como una enfermedad, mientras no, nos afecta, lo vemos como algo lejano, yo pregunto ¿Quién en la actualidad no tiene un familiar, amigo o conocido, que le afecte esto? Son mas de un millón de familias españolas, las que en estas Navidades, vivirán el trago amargo de no tener ningún tipo de ayuda económica, que entre en sus casas.
Hay instituciones, sin ánimo de lucro, que en todo el año, trabaja para ayudar a personas y familias que lo están pasando mal, y en esta época intensifican sus campañas de ayuda.
Desde aquí hago un llamamiento para que en las medida de nuestras posibilidades, colaboremos, para que un poco de cada uno de lo nuestro, hagamos mucho, aunque sea de una manera egoísta, de lavar nuestra conciencia, ayudemos a los mas menesterosos, para ellos que no tienen nada. El recibir algo ya es un océano inmenso de abundancia, cosa que cada uno de nosotros podemos contribuir.
Seamos felices, hagamos felices a los demás, la Navidad, será mas blanca, porque nosotros con nuestros hechos así lo queremos.
Queridos amigos y compañeros, que la paz sea con vosotros en estas Fiestas, que el año 2010, nos venga lleno de buenos augurios.
FELICIDADES
Diego García 67/70
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