sábado, 14 de marzo de 2009

A D. FRANCISCO…, EL PROFESOR DE MÚSICA.

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En estos momentos tristes que vive nuestro viejo profesor de música, D Francisco, mandarle nuestro respeto, y un profundo sentimiento de afecto y solidaridad.

Me he enterado de la noticia del fallecimiento de su querida esposa, por este boletín, lo cual me ha llenado de estupor, y tristeza.

Las pasadas Navidades, coincidí en una cena en un hotel de Benálmadena, con ellos, en los aperitivos, tanto mí esposa como yo estuvimos un ratito hablando, recordando que coincidimos en el II encuentro y un grupo de personas nos hicimos una foto.

Luego giró la conversación en torno a la experiencia que su esposo, D. Francisco le había contado día a día, con los trastos que tenia por alumnos. Yo como queriéndome de alguna manera justificar la actitud que teníamos respecto a él, le decía que bueno que éramos muy jóvenes y desde luego no estábamos por la labor, en eso de la música, aunque él sí se lo tomaba muy en serio. En eso versó la conversación, luego incluso le dí mi numero de teléfono, ya que como vivamos en el mismo pueblo, le dije que me llamara, para que alguna tarde tomásemos los cuatro un café.

Pasaron los meses y no supe nada de ellos; yo lo achacaba al hecho que según me contaron viajaban con bastante frecuencia, pues D. Francisco se movía con su vehiculo con bastante agilidad.


Me queda un sabor agridulce ante esta noticia, pues esta dama, el poco tiempo que tuve de hablar con ella, me causo una profunda impresión del amor que tenia hacia nuestro viejo profesor, por el cariño con el que le hablaba y estoy seguro, que en su larga vida junta, fue el alma gemela para D. Francisco.

Permitirme que en nombre de todos los que le conocemos, trasmitirle nuestro más sentido pesar y que el aliento de calor, le llegue a través de este sencillo -pero lleno de afecto- escrito.

Un abrazo

Diego García 68/70

sábado, 7 de marzo de 2009

No siempre es Domingo

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Una cosa es la canción y otra es la vida.
Todo eso viene a colación, porque hace unos días, tuve una conversación telefónica, con un antiguo compañero de la UNI que, en este caso, sí coincidimos en el lugar y el tiempo.

Esta conversación, derivo de forma my cordial, hablando de pasado y presente, pero sobre todo en el pasado.
Note un cierto sabor agridulce en su palabra, cosa que me lleno de alguna zozobra.

Parece dar la impresión, que los que aquí colaboramos estamos inmensos en una burbuja de un pasado maravilloso, en nuestros años como laborales de Córdoba. Cosa nada mas lejos de la realidad.

Lo cierto es que fueron los que tuvieron la suerte de quedar allí para seguir los estudios (en mi caso no alcance la nota suficiente para pasar a otro nivel y fui fuera) los que de alguna manera les toco bailar con la mas fea, en referencia que vivieron la famosa huelga del año 71.

Como es natural no voy a entrar ha hacer un juicio de valor sobre la misma, por mí total desconocimiento de ella y las consecuencias que tuvo sobre la vida de estos compañeros que tuvieron que pasar semejante trance.

Dicho todo esto, paso ha hacer algunas apreciaciones, a mí humilde entender: Cada uno cuenta la feria como le va, lo que de alguna manera lo corrobora que allí estuvimos jóvenes y nuestra experiencia fue totalmente positiva (como es mí caso), pero en otros que no fue tanto.

Siempre desde el respeto a la actuación, opinión a los demás, desde aquí, hago una invitación a los antiguos compañeros, para que cuenten sus experiencias, tanto si son buenas o malas, para que no parezca que lo que aquí escribimos somos gente aburrida y vanidosa, que solo nos falta el arpa, para cantar lo maravillosa que nos ha ido la vida.

Estoy completamente seguro que todas las personas que pasamos por la Laboral.., en nuestros largos años de vida, tenemos miles de momentos malos y buenos, eso es la pura química, que compone nuestro equipaje del cual ni podemos ni debemos desprendernos.

Pensar que siempre es domingo en la vida, es como estar en una nube si paracaídas, el batacazo esta asegurado.

Un abrazo, en especial a mí compañero con el cual coincidí en espacio-tiempo.

Diego García 68/70