Es verdad, que la cuerda siempre se rompe por la parte mas débil, llámese los que tienen un empleo muy precario, los jubilados que tienen pensiones míseras, o el joven que intenta por primera vez acceder a un puesto de trabajo, que no le llega, o simplemente el padre de familia que se ha quedado en paro, que tiene que alimentar a su prole y encima esta atenazado por un alquiler o una hipoteca.
Estos colectivos, les cuesta Dios y ayuda, para no solo llegar a final de mes, sino al día a día, para solventar la avalancha de problemas, que de forma desorbitada llenan sus vidas.
La crisis no es de derechas ni de izquierdas, es simple y llanamente del ciudadano que la sufre.
Llegado a este punto, existen dos castas, la que, aprovechando esa situación, les sirve para incluso aumentar su riqueza, a costa de la ruina de los más desamparados, e incluso reciben ayuda, como los bancos, 150.000millones de euros, de las Arcas del Estado.
Para los ricos no hay crisis, ellos siguen con sus coches de lujo, sus yates, viajes fabulosos, mansiones y todo capricho, que para el pobre es una obscenidad.
Pero y los políticos, que decimos de los políticos, ellos son los nuevos ricos de la sociedad de consumo en la que vivimos, son el sudor que contribuyente aporta diariamente al erario público.
Buenos sueldos, tarjetas Visa, coches oficiales, viajes varios, opíparas comidas, todo un rosario de prebendas, en la que todos, como un gran Mono Poly, juegan y juegan a nuestra costa.
Qué bonito es entretener al pueblo llano con la consabida “Política de Progreso”, cuando en el fondo, todos se ponen de acuerdo, para subirse sueldos, retener prebendas en definitiva, vende el gato.
Montesquieu, dice “la democracia, es el gobierno del pueblo, para el pueblo” como dijo en su día Alfonso Guerra “Montequieu está enterrado”, eso es cierto, pero sois vosotros, los políticos egoísta que solo piensan en vivir bien a costa del ciudadano los que actúan de enterradores.
Con los medios de comunicación como depredadores, al servicio del poder, actúan sobre las mentes de los ciudadanos.
Orwell, en su novela, 1984 escrita en 1949, está más actual que nunca, porque los ciudadanos libres, debemos de luchar para que esta casta de políticos opulentos y avariciosos, no dominen nuestras mentes.
Diego Garcia 67/70.
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